Ayer tuvimos un entreno de Ken-Do muy, pero que muy interesante. Tanto es así que me dispongo a contarlo en este blog (de hecho cerré hace ya tiempo los dedicados a Ken-Do y a Iai-Do), los dos, comunitario de las artes marciales Japonesas que estudio.
De hecho y posiblemente, todo empezó el viernes pasado en clase de Iai-Do. Ese día estuve estudiando en forma de clase particular (fue un gozo) y con Hiruma Sensei Ken-Do katas. De ese día explicar que me vio seguramente más verde que una lechuga; hacia casi 4 meses que no practicaba ninguna y por ello me estuvo corrigiendo bastante, sobre todo en aquellos pequeños movimientos, de los quales no te das cuenta, los haces incorrectamente. A veces más que movimientos son sensaciones que él te ve y que tu ni en sueños pensabas que los hacías así de mal.
Así pues, ayer martes empezamos todos a hacer Katas. Los más veteranos (Ushi-Dachi) con los novatos (Shi-Dachi). Solo las dos primeras, Ipon-me y Nihon-me, repitiéndolas varias veces hasta que poco a poco fueron saliendo con una “cierta grácia”.
A continuación nos cogió a los veteranos y trabajamos a conciencia las katas con el Kodachi. En este punto he de agradecer que me tocara con mi Sempai de frente tan amplia como su corazón; él, me fue poco a poco corrigiendo los fallos y explicando las posiciones de la espada corta. Se nota mucho en estas tres katas cuando hay experiencia o no y en este caso (en el mio), decir que mientras que en Nihon-me me ponía el Kodachi en todos los lugares del cuerpo excepto donde tocaba, en Sanbon-me me sobraban manos.
Posteriomente Hiruma Sensei nos dejó haciendo kirikaeshi y gi-geiko rotando todos contra todos; eso me permitió hacer un gi-geiko con el Sempai Oscar, el cual sacó de mí el mejor men-giri que he hecho en 5 años de Ken-Do, con Alvaro (rápido como un zorro en un gallinero), contra el Sempai que junto a mi Sempai K1000, posee la frente despejada (con él conseguí un gi-geiko bastante fluido y rápido) y por supuesto dos combates con mi Sempai titular que me dejaron exhausto pero feliz.
Ahora que se lo que se siente haciendo un men-giri, como el Ken-Do manda, he de practicarlo hasta que me salga solo. He esperado casi 5 años para logralo, ahora hay que (no me gusta la palabra pero es la única que ahora me sale) asimilarlo para que salga de forma automática.
Un abrazo muy fuerte a todas/os y hasta el próximo artículo en este u otro blog.
miércoles, 24 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
Tardor en Puymorens
Un nuevo artículo con fotos en:
http://aojodecamara.blogspot.com.es/2012/10/mitad-de-francia-mitad-de-espana-no-hay.html
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lunes, 8 de octubre de 2012
Antiguas clases, nuevas experiencias
Comienzo también, de la temporada de la via del sable en sus dos vertientes: Ken-Do e Iai-Do.
Del segundo decir que el primer dia un poco oxidado, la verdad. Tanto es así que como Hiruma Sensei no pudo venir la clase, esta, me tocaba a mí darla por ser el grado más alto, pero decliné el tema y le pase la clase al Shihan Cerezo (Karate-Do) que la realizó mucho mejor de lo que yo hubiera podido hacer. Eso sí la segunda ya me puse las pilas e incluso Hiruma Sensei me lanzó un piropillo por ello, oye.
Solo decir que echo de menos a mi Sempai de Ken-Do (K-1000), pero el trabajo es el trabajo y entiendo muy bien su decisión de no asistir a clase, al menos temporalmente.
El Jueves pasado inicio de clase de Ken-Do. Un entreno “un pelo” diferente a lo que nos tenia acostumbrado Hiruma Sensei. Bastante físico (a mi me fue de perlas ya que en ese aspecto tengo un buen bagaje del verano) durante una hora. Luego un Egin-Geiko que resolví con un hikiwake (empate), contra mi adversario.
A destacar también que no pude entrenar, a pesar de que vino, con mi Sempai K-1000 el cual está de recuperación de una pequeña intervención quirúrgica y claro con los puntos recién puestos no era cuestión de hacer la “cabra mocha”. Él se dedico (que envidia sana para ellos), a enseñar a los tiernos lechones recién llegados.
Salí contento de la primera experiencia y como decía mi madre q.p.d.: -es importante, hijo, la primera clase. Ella, marca el camino del resto del curso-
Esperemos que tenga razón y al final del curso pueda decir que he aprendido más de lo que esperaba y merecía.
Un saludo y hasta el próximo artículo en este u otro blog.
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