Oculta, casi sin actividad (excepto por honrosas excepciones), con algunos de sus miembros desperdigados que
no olvidados (yo el primero), la fraternidad del lechón ha perpetrado una nueva
hazaña. En Andorra, a fecha de nuestro señor de 10 de Noviembre del 2013 este “menda
lerenda” ha conseguido, por fin, en tierras
extranjeras y juzgado por extranjeros, que no enemigos, sino todo lo contrario,
su ansiado 1r Dan de Ken-Do.
Poco me equivoqué al sacarme la licencia en Andorra; más exámenes y mucho
más baratos (120 eu de vellón en España contra 15 del citado país).
Gracias a Cesar, Jordi, Carles (ausentes que no olvidados), a K1000 y Misako
con quienes no podré estrenar mi grado (aunque lo celebraré
con una birrita) y a todas/os los compañeros de Ryoshinkai i ahora de la UPC
que han hecho posible que ahora disfrute.
Un abrazo y hasta la próxima.